Qué y cómo conocemos, es ahora la gran pregunta. Y aunque con este cuarto y último volumen damos por concluso nuestro viaje particular a la complejidad, el viaje real apenas ha comenzado y hemos de cuidar que siga siendo un desafío para renovar nuestro pensamiento.
Si la física y la matemática han sido las más beneficiadas por el concurso de las «Ciencias de la complejidad», las ciencias sociales han experimentado una auténtica revolución gracias a los «Algoritmos comple- jos» y, sobre todo, a las perspectivas que aporta el «Pensamiento complejo».
El lector lo podrá comprobar en las páginas de este libro.
«La idea de verdad es la mayor fuente de error que se pueda prever; el error fundamental con- siste en apropiarse el monopolio de la verdad». Edgar Morin. Filósofo y Sociólogo, París
«Transdisciplinario se refiere a lo que está, al mismo tiempo, en las disciplinas, a través de las dife- rentes disciplinas y más allá de cualquier disciplina». Myriam Cadorin Dutra. Doctora en Comunicación social, Porto Alegre
«Allí donde la ciencia busca la inteligibilidad de las ideas científicas el arte no intenta reducir la com- plejidad, se limita a aceptarla». María Novo, Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación, Madrid
«A pesar de que la física clásica constate que todo en la vida tiende a la degradación -es decir, al estado máximo de equilibrio termodinámico, desorden o entropía máxima (la muerte)-, el organismo vivo, e incluso la organización social, evita esta tendencia a la rápida degradación, puesto que busca mantener el orden existente, en contra de la tendencia al desorden». Schrödinger. Físico, Viena
Intervienen en el acto:
NICOLÁS CAPARRÓS, Ph. D., M.D. Psiquiatra, psicoanalista miembro titular de Espace Analytique (París) y presidente de Honor de SEGPA.
PEDRO GIL GORBACHO, Ph. D., M.D. Psiquiatra, miembro titular y didacta de la Asociación Psicoanalítica de Madrid.
RAFAEL CRUZ ROCHE, M.D. Psiquiatra, miembro titular y didacta de la Asociación Psicoanalítica de Madrid, de la que fue presidente.
LUIS MARTÍN CABRÉ. Ph. D . Psicólogo. Presidente de la Asociación Psicoanalítica de Madrid.
RAFAEL ALBERTO PÉREZ. Ph. D. en Ciencias de la información. Profesor de la UCM. Presidente de Honor del
Foro Iberoamericano Sobre Estrategias de Comunicación (FISEC).ISABEL SANFELIU, Ph. D. Psicóloga y psicoanalista miembro titular de Espace Analytique (París). Fue presi-
denta de SEGPA y redactora de la revista Clínica y análisis grupal (1984-2011). viajealacomplejidad.blogspot.com
EN LA PRESENTACIÓN...
Isabel Sanfeliu recordó los
122 autores que han participado en este largo trayecto. Luego comentó:
El avance de la ciencia supone una constante reorganización
del conocimiento anterior, descubrir escollos que impulsen acciones
inesperadas, teorías como instrumentos de exploración. Este volumen no deja de
hacer guiños a los anteriores, los 4 se reclaman entre sí y recuerdo...
Partimos en esta aventura del inicial estallido cósmico. La física cuántica se encargó de acallar el ansia
de certeza que dio alas al determinismo lineal. Como afirmó García Velarde en el
primer tomo: sin imperfección no hay
progreso. Así, aunque nuestro intelecto parece inclinado a perseguir una
supuesta perfección, se sabe que el progresivo aumento del cerebelo en el homo
sapiens, es resultado de un proceso disarmónico que obtuvo los grandes logros junto
a infinidad de complejos psíquicos y aberraciones comportamentales.
Es decir, los traspiés en el intento por alcanzar un ideal,
serán lo que permita incorporar en el proceso a elementos no tenidos en cuenta,
abriendo la posibilidad a nuevas intuiciones.
El humano, cada vez menos desconcertado por los desmanes de
los fenómenos naturales, asume y disfruta o batalla en el terreno de lo
incierto, lo contradictorio... el nuevo orden que abre espacios a lo
inesperado.
De entre la cantidad de conceptos trabajados en este Viaje, me detendré un momento en lo vincular, en la tensión generada entre
dos elementos, la fuerza que los mantiene articulados a cierta distancia y
durante un tiempo determinado.
Los sistemas complejos se explican por sus interacciones, no
por los subsistemas que los componen. Y cito a Foucault: Las cosas que nos dan la impresión de ser más evidentes, siempre se han
formado en la confluencia de reencuentros, de casualidades, al hilo de una
historia frágil y precaria... reposan sobre un pedestal de prácticas y de
historia humanas.
Pensemos en la infraestructura evolutiva de la mente. Si
recordamos las investigaciones que recoge nuestro primer volumen sobre cómo predice
el humano tanto los movimientos que se producen en el exterior, como sus propias
reacciones, Rodolfo Llinás mostró que fue justamente el control cerebral del
movimiento organizado lo que dio lugar a la generación y naturaleza de la mente;
homo en relación con un afuera
amenazante en el que sobrevivir...
Luego observa la sobrecarga fisiológica que supondría el
control simultáneo pero independiente para mantener el movimiento a través del
tiempo y, por tanto, cómo se crean colectividades funcionales de músculos,
sinergias predispuestas a trabajar juntas para una secuencia del movimiento. El
proceso de optimización es discontinuo en el tiempo y las redes abren la posibilidad
de nuevos emergentes.
Veamos otro ejemplo del valor instrumental de las
agrupaciones y las tensiones que generan, ahora del tomo 2 y de la mano de Faustino
Cordón:
Moléculas cada vez más complejas y abundantes (aunque se
acorte su vida media), surgen y se transforman unas en otras en reacciones
progresivamente más suaves y uniformes, hasta culminar en la constitución de
asociaciones de moléculas unidas entre sí por fuerzas de atracción molecular
que las mantienen coherentes en un conjunto sin perder la propia individualidad.
Otro terreno en el que la interacción es clave:
La primera condición para que surja el protoplasma es ser
precedido de la fuente de energía que pueda mantenerlo vivo; esto es: su
alimento (requisito que seguirá cumpliéndose en los sucesivos niveles de
complejidad). Presencia de alimento en el ambiente, posibilidad de captarlo y
capacidad para metabolizarlo y vincularse metabólicamente con el contiguo en su
línea de descendencia.
Y continuando el proceso, se dijo que los genes organizados
en redes originan transformaciones que reflejan y repercuten en organizaciones
sociales. Los factores externos son en parte consecuencia de actividades del
organismo. En el otro costado, la diversidad animal deriva de la duplicación de
genes Hox, del paso de la simetría radial a una bilateral.
Abunda Joaquín Fuster acotando una zona de especial
relevancia: El córtex prefrontal que integra la actividad mental o somática
además de ser sensible a lo que ocurre en el contexto social.
Con el nivel de integración
psíquico nos adentramos en el humano como sistema abierto que necesita del
otro, del Objeto que permite unir lo interno y lo externo, lo biológico y lo
social, que introduce la temporalidad. Un sujeto se construye a partir de su
pertenencia a un grupo, como parte de un vínculo con un objeto, a su vez
representante de otros.
Siempre acompañará el tironeo entre la fidelidad a sí mismo,
a sus impulsos o deseos y el acatamiento o respeto a ese afuera en el que tiene
-más que quiere- que integrarse para sobrevivir. Necesitamos al semejante y nos
estorba, es la eterna tensión entre narcisismo y objetalidad. También aquí los
subgrupos acuden en ayuda como intermediarios...
¿Cultura de la alteridad o cultura narcisista? La libertad
no es inherente al ser humano. El sujeto, impulsado por la necesidad, será
capturado por el objeto: objeto que anula versus objeto que estructura. Identidad
y libertad se funden, la una es condición de la otra.
Aunque para la supervivencia del individuo prime la ley del
más fuerte (egoísmo), este puede sucumbir ante alianzas grupales; aquí,
curiosamente son los grupos más generosos los que tienen más posibilidad de subsistir.
Como dijo el arqueólogo Mithen en Los
neandertales cantaban rap: Tan esencial es colaborar con los demás como competir
con éxito contra ellos.
En estas páginas no hemos buscado armonía ni acuerdos, se
dieron de forma espontánea, inesperada. Pero probablemente sacaremos más
partido a interferencias y confrontaciones –que también las hay- que
introduzcan nuevas inquietudes. Solo
mediante la colisión entre opiniones encontradas hay alguna probabilidad de que
el resto de la verdad salga a la luz (Stuart Mill, 1859).
Quiero recordar por último que la gestación de este viaje
viene de lejos.
El modelo analítico vincular que Nicolás viene trabajando
desde los años 80, contiene el germen (a través de los conceptos de niveles de
integración, emergente y vínculo) que, desarrollado en el tiempo, cuajó en la
puesta en marcha de este proyecto al que tantos nos hemos sumado con
entusiasmo.
Una de las metas de este viaje era agrietar la tendencia al
dualismo teórico/empírico en lo que concierne al paradigma de la complejidad: Desde
el costado filosófico, el pensamiento complejo formulado a partir de Foucault o
Edgar Morin... Y por otra parte, las ciencias de los sistemas complejos (que
reciben la mayor cantidad de recursos de todo tipo).
Se trata de generar controversias, una lectura cruzada en la
línea, por ejemplo, de Rolando García. Complejidad no es sinónimo de caos ni
este de falta de leyes. En el terreno de la metodología, conviene una detenida
lectura del trabajo de Rodríguez Zoya en el epílogo que, entre otras cosas,
hace una propuesta de modelo para espacios de controversia, donde se evalúa la
posibilidad de que se estén dando cambios estructurales en el objeto de
estudio.
Como dije, el pensamiento complejo es inquieto, subversivo,
bullicioso...
Madrid, 13 de diciembre
2013